martes, 29 de noviembre de 2011

José Feliciano apoya el uso y no extinción del Braille

No debemos decirle adiós al Braille

Por Raquel Regalado*

Hace unas noches me encontré bajo una luna llena escuchando a José Feliciano cantar ‘Para decirte adiós vida mía, y te estaré por siempre agradecido, me acordaré de ti algún día, para decir adiós solo tienes que decirlo’. Mientras la melodía se desarrollaba, yo contemplaba el adiós y la triste realidad que tantas veces las cosas terminan mucho antes de decir adiós.

Cuando terminó de cantar José Feliciano tomé la oportunidad para darle las gracias a todos los presentes, ya que el evento era para beneficio de Miami Lighthouse for the Blind. En particular, habló sobre la importancia de apoyar el estudio de Braille que esta institución le ofrece a tantos en nuestro Condado. Feliciano, que nació ciego, ha sido un defensor de mantener el estudio de Braille. Esto es significativo, ya que en su generación la mitad de todos los niños ciegos aprendieron Braille y en la actualidad, menos de diez por ciento de los 1.3 millones de norteamericanos que son legalmente ciegos aprenden Braille.

Hoy en día muchos distritos escolares han dejado de enseñar a los niños ciegos a leer Braille, ya que dicen que los libros e instructores de Braille son muy costosos. La realidad es que es más fácil y mucho más económico reproducir una cinta o sentar a un niño delante de una computadora que ensillarlo a leer Braille. Pero el escuchar no es igual que leer y estos chicos están aprendiendo sin la fonética, sin conocer la forma y la estructura del lenguaje. Esto es una tragedia para estos chicos que por ley estatal están obligados a tomar las pruebas de rendimiento del FCAT en Braille, ya que la parte de comprensión de lectura solo se ofrece en Braille o en impresos.

Lamentablemente el resultado de esto es que muchos niños ciegos no pueden obtener un diploma de la secundaria. A muchos no les quedan otro remedio que vivir sus vidas como analfabetos. Esa noche antes de que cantara yo tuve el placer de otorgarle a José Feliciano un diploma honorario de Miami Senior High. Feliciano, como muchos adultos ciegos, no se pudo graduar de la secundaria. Y aunque ha recibido tantísimos premios y honores, él mismo dijo que el recibir un diploma de la secundaria era algo que siempre había añorado.

No sé si ‘el amor se escapa y ya no ha de volver’, pero si sé que hay que luchar por lo que uno quiere, y que hay que defender a todos los miembros de nuestra comunidad. Hoy les pido que defiendan el estudio de Braille, que reconozcan que los invidentes son parte de nuestra comunidad; que consideren qué ocurriría si el maestro de su hijo o su nieto le dijera que gracias a la tecnología los mismos no tienen que aprender a leer. Todos sabemos que hay muchos problemas financieros, pero hacer recortes sin medir las consecuencias a largo plazo es muy irresponsable. Yo no creo que le debemos decir adiós al Braille, o peor, limitar el acceso al mismo de una manera que terminemos con el estudio de Braille sin decirle adiós. El ver es un privilegio y como tanto debemos no solamente estar siempre agradecidos sino también resguardar los derechos de los que no nacieron o perdieron este privilegio.
                                                          
*La autora es miembro de la Junta Escolar del Condado Miami-Dade.







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