Hace poco más de un año Microsoft lanzaba al mercado Windows Phone, su sistema operativo para teléfonos móviles.
Con él pretendía plantar cara al iPhone de Apple y a Android, de Google. Unas semanas después de su aparición en el mercado, dos jóvenes informáticos de la Universidad Pontificia de Salamanca, Ángel Grande y Rubén Infante, apostaron por crear un videojuego sobre esa plataforma tecnológica dentro del Club de Innovación.
Su idea podría haber sido una más dentro del Marketplace de Microsoft, pero ellos se marcaron el reto de crear un audiojuego para invidentes, La cara oculta.
A principios de curso, al salir la convocatoria del Club de Innovación, estos dos alumnos decidieron crear un juego para personas con discapacidad visual porque en el mercado hay muchos juegos, pero sólo unos pocos pueden ser disfrutados por personas ciegas.
Vimos que era una oportunidad para hacer algo diferente y con un carácter social, recuerda Ángel Grande.
En realidad, ellos sólo han encontrado unos 40 juegos para personas invidentes en ordenador y sólo el famoso buscaminas para teléfonos móviles, comenta Rubén Infante.
Así que, juntos, decidieron crear una aventura gráfica de misterio, intriga y mucha tensión, basada en un detective «con malas pulgas pero muy inteligente, que tiene que ir descubriendo varias pistas».
La trama, ideada por Rodrigo Parrón Yuste, se inicia de forma sencilla pero capítulo a capítulo se va enredando hasta llegar al asesinato.
La idea era hacer un juego adaptado.
Lo novedoso es que está diseñado para que pueda ser disfrutado tanto por personas sin problemas de visión como por discapacitados.
El juego es el mismo para los dos, lo que cambia es la forma de usar los mandos, comenta Ángel.
Rubén recuerda que los teléfonos móviles de gama alta tienen varios sensores, como el acelerómetro, que sirven para controlar el movimiento. Por audio podemos decirle a la persona invidente lo que tiene que hacer. Por ejemplo, le podemos decir que gire a la izquierda y dependiendo de la rapidez o no, pasa de prueba.
Otra forma de guiarlo es con vibraciones, así podemos indicarle que busque un determinado punto en la pantalla y según se acerque, vibrará más o menos.
En el caso de las personas sin problemas de visibilidad, el juego le narra los pasos de forma simultánea a lo que se ve en la pantalla.
De momento, el videojuego, que se presentó en sociedad este miércoles junto al resto de proyectos del Club de Innovación de la Universidad Pontificia, se encuentra diseñado para teléfonos con Windows pero estos dos jóvenes innovadores no descartan adaptarlo a las otras dos plataformas del mercado, Apple y Android.
Lo testará la ONCE
Este miércoles pasado "La cara oculta" fue testado en el Centro de Investigación, Desarrollo y Aplicación Tiflotécnica -CIDAT- de la ONCE.
También está previsto iniciar los pasos para colocarlo en el Marketplace de Microsoft.
Nuestro objetivo es subirlo al Marketplace para que se lo descarguen multitud de personas y lo puedan usar.
Y, si tiene éxito, podemos seguir desarrollándolo porque la historia del detective tiene un final abierto, termina resolviendo un caso, pero se le pueden añadir más, explica Infante, quien no oculta su deseo de que alguna empresa se interese por él.
Una de las ventajas de hacer un juego adaptado es que el mercado es más amplio. Si sólo fuera para invidentes, el mercado sería más limitado, menos rentable, pero de esta forma puede llegar a todos.
Socialmente esta muy bien y abres un mercado que ahora mismo no existe, explica.
Por otra parte, su compañero destaca que ahora mismo, en el Marketplace de Microsoft hay muchos juegos pero aventuras gráficas hay muy pocas.
Es otro mercado por explotar porque la competencia es escasa. Un detalle que lo convierte en un videojuego atractivo para las personas sin discapacidad.
Al mismo tiempo, no descartan ampliarlo con subtítulos. No hay ninguno con ellos, y si los ponemos, estaremos dando opción a las personas sordas de jugar a La cara oculta. En las películas se suelen poner pero en los videojuegos no, comentan.
Fuente: http://capazitados.org/?nota=2909#.Th7VyHdLUnA.facebook
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