Alfredo Blanco es un educador venezolano que hace dos años perdió la visión a causa de una enfermedad.
Al comenzar a rehabilitarse, aprendió rápidamente el sistema de comunicación Braille (método de lectura y escritura táctil creado para invidentes), e inmediatamente inició un proceso de investigación en búsqueda de soluciones tecnológicas para hacer más fácil la vida de personas con discapacidad visual, reseñó rsevenezuela.com
Fue así como desarrolló el "Lápiz electrónico", un mini dispositivo que permite que una persona con discapacidad visual escriba en sistema Braille, al presionar los botones de un pequeño aparato (del tamaño de una batería de teléfono celular) que transmite el texto mediante tecnología bluetooth a un cuaderno electrónico, donde las personas con capacidad visual pueden leer en alfabeto español, lo que facilita la comunicación entre invidentes y videntes.
"Lo importante de colocar este Lápiz Electrónico al alcance de las personas ciegas, es que ampliaría sus fronteras y posibilidades de comunicación, especialmente en materia de educación. El sistema Braille es manejado y conocido por un número muy reducido de personas videntes, y con este dispositivo cualquier persona (maestros, compañeros de clase, familiares) puede interactuar con el estudiante invidente sin manejar ese sistema, y es posible corregir las tareas, trabajar proyectos en equipo, estudiar en grupo y toda una serie de actividades que generalmente no es posible hacer en las condiciones actuales", afirma Blanco.
El "Lápiz Electrónico" es uno de los 15 inventos seleccionado como finalista entre 700 proyectos del concurso Innovadores de América. Esta es una competencia que premia la creación de ideas en el campo de desarrollo social, cultural, empresarial y científico, con potencial para beneficiar a muchas personas y transformar el mundo hacia mejor.
Blanco inscribió su dispositivo en la categoría Educación, ya que considera que causará un impacto positivo importante en las aulas de clase. “Yo conozco muchos profesionales invidentes que estudiaron sus carreras con mucho esfuerzo, como decimos nosotros, dándole golpes a esa regleta. Todos aseguran que si hubieran tenido esto en sus manos habría sido mucho más fácil. Además, muchos renuncian a su deseo de estudiar, porque encuentran muchas dificultades para interactuar con el entorno desde la oscuridad”, sostiene.
"Yo quiero ganar, tengo fe que puedo obtener el premio para hacer realidad este proyecto, pero si no, aunque será más cuesta arriba, seguiré adelante con mi sueño. Me he sentido vivo y cada vez que los estudiantes invidentes se emocionan con la idea de tener esta herramienta, crece la esperanza y la ilusión de lograrlo. Es un paso adelante en el concepto auténtico de inclusión social", expresa Blanco.
El ganador del concurso Innovadores de América se elige en parte por el voto popular, y el proyecto de Alfredo Blanco puede ser apoyado por quienes así lo deseen, a través de la página web de la organización: http://www.innovadoresdeamerica.org/. Las votaciones cerrarán el próximo 7 de noviembre.
Con el apoyo de su familia, Blanco sigue adelante en la investigación y creación de instrumentos tiflotecnológicos (la tiflotecnología es la ciencia que estudia la adaptación de procedimientos y técnicas de artefactos para ser usados por ciegos). En la actualidad trabaja en el invento de un dispositivo de punto de venta electrónico basado en el sistema Braille, que permitirá a las personas con discapacidad visual realizar sus operaciones de tarjeta de crédito y débito sin asistencia para marcar la clave y verificar el monto con seguridad.
"Para un invidente pagar con tarjeta de débito es un procedimiento difícil, porque además de no poder verificar el monto de su transacción, tiene que marcar su clave palpando el teclado numérico normal, y sin saber si alguien lo observa. Es algo muy inseguro para nosotros", explica Blanco quien se encuentra entusiasmado en llevar adelante también esta idea.
Blanco sueña con un mundo mejor. En el tiempo que lleva en la invidencia siente la necesidad de motivar a otras personas con discapacidad para salir adelante y afirma que los seres humanos son capaces de lograr cosas sorprendentes aún en la adversidad.
"La carencia de un sentido no es la muerte de la persona. Y no lo digo por mí, sino por todas las personas que he conocido y que han transitado caminos más duros y difíciles y han salido adelante", apunta Blanco.
El prototipo del Lápiz Electrónico fue realizado gracias al apoyo económico de Empresas Polar, junto a la asesoría y desarrollo de los ingenieros Hans Fens y José Idrobo, Carlos Acosta y Jaime Blanco (software) José Medina (hardware) y Héctor Berbesi en la mecánica. En la actualidad Blanco se encuentra en la búsqueda de apoyo financiero para hacer realidad el modelo de punto de venta electrónico para invidentes.
Fuente. LAPATILLA/WIBOX